¡Feliz año a todo el mundo! No sé si os habréis fijado ya, pero he vuelto a casa. Y adoro dormir en mi camita… ¡¡Ains!! Como ya sabréis, he estado pasando unos días de vacaciones en Asturias (patria querida), vamos que he vuelto a casa por navidad –bueno, era por nochevieja, pero aceptamos barco Os resumiré por partes mi estancia en Oviedo:
1. La cena internacional
Expliquemos primero qué es esto para los no iniciados: como su propio nombre indica es una cena con comida internacional, pero no vale cualquier comida. Suele ser temática. Hace dos años fue china, el año pasado, italiana y este año tocó probar la comida suiza. Mis amigos y yo solemos buscar un día que nos venga bien a todos y nos juntamos en casa de mi abuela a degustar la cena. La mayor parte de los ingredientes los ponemos Christoph y yo; el postre, el vino y las bebidas las traen los demás. Cocino yo, por supuesto, y hasta ahora no he matado a nadie 😉 Para recordar será siempre la cena china en la que acabamos jugando a póker con garbanzos y macarrones (mi prima todavía debe 220 garbanzos a la banca) y comiendo arroz con paté de cabracho a las 5 de la mañana. Este año la cena suiza fue el día 30. Me hubiera gustado mucho llevar música a lo jorele-jorele-jorele-i-u para dar ambiente a la velada, pero no pudo ser. Si el año pasado teníamos como novedad nada novedosa, la barrigota de Susana a nueve días de dar a luz, este año pudimos conocer a la retoña, o sea, Miriam. Es una niña monísima con una pestañas extra largas que se parece a sus papis un montonazo. La cena empezó con un aperitivo, que corrió a cuenta de Cristina, mejor dicho de su madre, compuesto por pastel de cabracho y pimientos confitados con queso Philadelphia (Cris o Carlos o Rosi, si leéis esto, mandadme esa receta pronto que taban mu güenos). Los pimientos confitados tuvieron un éxito descomunal, andaban volando de mano en mano de una lado a otro de la mesa. No paraban quietos más de 20 segundos en el mismo sitio. Cuando Fran se fue a llevar a la enana a casa de los güelos (evidentemente esto no sucedió hasta que los pimientos no desaparecieron), yo me puse manos a la obra en la cocina para hacer el plato principal, los Älper Magronen*, la ensalada, una Nüslisalat* y el Apfelmus*, aunque esto último era parte del postre. Para cuando volvió Fran de su breve viajecito a casa de sus suegros, la cena ya estaba casi, casi hecha. Sorprendentemente los macarrones estaban buenos y la ensalada con la salsa casera, también. Al menos, el resto de comensales (en total éramos diez) no se quejaron y sólo abrieron la boca para decir que “taba too mu bueno”, lo cual viene a confirmar las sospechas de que no soy mala cocinera, ¡mira tú! Veremos a ver el año que viene con el sushi como sale todo :S Después de tomarnos el postre, o sea el Apfelmus, y pasar un par de horas charlando y riéndonos con las batallitas que nos contábamos los unos a los otros, mi prima y Javi se fueron, con lo que se bate el record de permanencia de Susana y Fran, que solían ser siempre los primeros en marcharse :DD A eso de las 2 de la mañana, después de comer helado, nos dio la nostalgia y empezamos a hablar de las series de dibujos animados de nuestra infancia, de ahí pasamos a hablar de las series y no sé porqué acabamos hablando de anuncios. Eran casi las tres cuando Susana y Fran se fueron y poco después Emma, Cristina, Mária y Carlos empezaron a levantar la tienda para irse, aunque al final tardaron más de tres cuartos de hora entre comentar esto o lo otro y blablablabla. En resumen y para finalizar, lo pasamos pipa y espero que todos repitan el año que viene con la cena japonesa.
2. Nochevieja
Al día siguiente de la cena internacional Chris y yo nos levantamos a eso de las 12 o la una. Yo estaba un pelín ronca, pero nada malo. Nos fuimos a comer a casa de mis padres y allí nos quedamos toda la tarde. Se supone que yo iba a ayudar a mi madre con la cena, pero mi hermana me puso el juego para la PS2 de Singstar, nos liamos a cantar y se nos fue el santo al cielo. Al menos, llegué para pelar gambas para el salpicón, ¡juas! La cena, aunque estaba vez no estaban mis tíos, estuvo muy rica y lo pasamos muy bien. Comimos las uvas al son de las campanadas del Ayuntamiento de Oviedo y después de darle a mi padre los regalos de San Manuel, él mismo nos llevó a buscar a Emma y luego a Oviedo donde habíamos quedado con Cristina y Mária, que habían ido a la Plaza del Ayuntamiento a ver lo que se cocía allí con el cuento de la retransmisión de Telecinco. Estuvimos durante un rato en un bar llamado El Refugio en la Vega y luego nos fuimos a bailar un rato a El Corral. Estuvo genial, pero como comprenderéis después de la cena del día anterior y una tarde entera cantando a voz en grito con mi hermana, para cuando dieron las cinco de la mañana no sólo estaba ronca, sino que encima me dolía la garganta a rabiar, así que junto con Emma que estaba cansada, porque ese día había currado, nos fuimos a casa y dejamos a Mária y a Cristina que seguirían de juerga hasta las 9 de la mañana.
3. Reyes
Tengo que comentar que entre estas fechas tan señaladas pasaron otras cosas como por ejemplo, fuimos de compras al Parque Principado y me pasé un par de horas metida en la FNAC para sólo encontrar un DVD de la lista que llevaba conmigo y ni un puñetero libro. El día 4 quedé con Alejandra (Nadie en el foro de LGG) y estuvimos tomándonos algo junto con mi hermana. Yo le llevé chocolate blanco y un toblerone de Suiza y ella me regaló una polvera en forma de mariquita con colorete y sombra de ojos, ¡monísima! También fuimos a ver “King Kong”, que desde mi punto de vista es mala, mala, mala, y el día 5 por la mañana quedamos con Mária en el Republic (que alguien me dé el nombre completo que no me acuerdo), una cafetería chulísima en la calle San Bernabé que dispone de WLAN público y tiene en su carta de tés, Roiboos O_O Después de eso Emma, Chris y yo nos fuimos a comer y acabamos en el Terra Astur. Por la tarde estuvimos con los padres de Emma tomando un cafetín y luego anduvimos a la carrera de zapatería en zapatería buscando unas botas de GEOX del 39 para Emma (y del 38 para mí, pero esto fue imposible), que al final encontró. El día de Reyes primero fuimos a casa de mi abuela Amparo y luego pasamos a buscar a Emma que tenía que pasarse por mi casa a buscar sus reyes. Bueno, la lista de los regalos recibidos estos reyes es la siguiente: un bolígrafo de Jordi Labanda de color rosa oscuro, Toy Story y Toy Story 2, Desayuno con diamantes, Sabrina, El último mohicano, un costurero, el disco “Sin enchufe” de M-Clan, un revistero y ¡tachán! una PSP con el juego Grand Theft Auto: Liberty City. Bueno, éste último es compartido con Christoph, razón por la cual no pude jugar con ella por primera vez hasta dos días más tarde, cuando ya estabamos en Basilea. Mi hermana también recibió un PSP, pero la del Gyga-Pack, y un MP3, además, del chandal y los playeros que le había pedido a sus padrinos y el dinero que le dieron aquellos que no sabían qué regalarle. Emma recibió de regalo de reyes una plancha de mesa eléctrica y un libro para que aprenda a usar el wok, que nosotros le regalamos ^_^
Y esto es todo más o menos resumido. ¡Ah! Se me olvidó comentar que el primer día que estuve en Oviedo, lo primero que hice fue ir a la peluquería donde me tiñeron el pelo de un solo color (así como castaño rojizo, estaba harta de las mechas) y me lo cortaron a capas. Aparte de eso, nada más. Tanto el viaje de ida como el de vuelta transcurrió sin sobresaltos ni contratiempos de ningún tipo, a no ser que el metro de Madrid pueda ser considerado como tal T_T
Con esto y un bizcocho…¡Hala! Ya está. Un beso a todos y feliz año
Cris
* Alper Magronen son macarrones de los Alpes o al estilo alpino, Nüslisalat es el nombre en alemán suizo de la Feldsalat que en español son canónigos o rapónchigos (¿alguien había oído esta palabra antes?) y el Apfelmus es una especie de compota de manzana. Os dejo aquí la receta para los Alper Magronen y para el Apfelmus, por si a alguien le interesa, que ya sé que no, pero de ilusiones también se vive…
Macarrones al estilo alpino (para 4 personas)
1. Poner a hervir 2 litros de agua y añadir 1 cucharada de sal.
2. Pelar y cortar en cuadraditos 400 gr. de patatas y echarlas al agua
3. Añadir 250 gr. de macarrones y dejar cocinar a fuego lento durante 10-15 minutos. Escurrir.
4. Poner en una olla 1 dl de leche, 1-2 dl de nata y 100-150 gr. de queso de montaña (o cualquier otro queso con un poco de sabor fuerte). Salpimentar y echarle algo de nuez moscada
5. Añadir las patatas y los macarrones y mezclar todo con cuidado. Calentar. Servir.
6. Cortar en rodajas una cebolla y pasarla en un poco de aceite hasta que esté de color marrón claro. Servir sobre los macarrones.
Apfelmus (~compota de manzana)
1. Poner 1½-2 dl de agua o zumo de manzana en una olla
2. Lavar y pelas 800 g de manzanas. Cortarlas en trozos y ponerlas en la olla con el agua.
3. Añadir 1-2 cucharadas de azúcar y el zumo de medio limón..
4. Calentarlo todo a fuego algo hasta que el agua hierva.
5. Bajar el fuego y dejarlo tapado durante 10-15 minutos haciéndose.
6. Pasar por la batidora
Consejillo de experta: Cocer un trozo de monda de limón o un trozo de canela junto con las manzanas. No utilizar manzanas dulces tipo Golden o Gala. Utilizar manzanas ácidas tipo Boskop o Maigold.