Como habéis podido comprobar, ya he vuelto de mis minivacaciones en Barcelona. Todo acompañó para que fuera un buen fin de semana. Hubo buen tiempo, a pesar de la brisa fría que empezó a soplar el sábado, comimos muy rico, compramos cosas guapas y visitamos las obras de Gaudí, que más nos interesaban. En el grupo eramos al final siete: Theo, Nicole, Sandra, Cristiana, Radana, Christoph y yo. Durante el día solíamos separarnos para hacer cada uno lo que quisiese, ya fuera comprar o visitar museos, y por la noche nos juntabamos para ir a cenar todos juntos.
Me encantó La Pedrera, estoy enamorada de Gaudí y sus formas sinuosas ^^ y La Sagrada Familia y el Parque Güell, que pensé que me gustarían, me decepcionaron. En el caso de la Sagrada Familia me parece que pagué demasiado dinero para ver muy poco 🙁 El Parque Güell simplemente me lo había imaginado de otra forma, aunque como remanso de paz es una pasada. Estaría genial para ir a hacer footing, si no hubiera tanto turista XD
El hotel era muy guay. Estuvimos en el Catalonia Córcega en la calle Córcega. Las instalaciones son realmente buenas y está bien situado, al menos para ir de compras XD Lo malo fue el servicio. Por la mañana tuvimos problemas para desayunar tranquilamente. Las camareras eran a cual peor. El primer día llegamos 5 minutos antes de que se acabara el tiempo de desayuno y nos quitaron la comida de las manos, casi. La morena (había una rubia y una morena, jaja) estaba de muy mal humor y no hacía más que jurar y perjurar y pegar gritos OO Al día siguiente esa misma estaba como una rosa y la que estaba pa darle un par de ostias era la rubia. Eso sí, el domingo se comportaron como (casi) auténticas profesionales, hasta nos pidieron el número de la habitación y nos sirvieron café, ¡guau! Y todo porque el jefe las estaba controlando XD
Los restaurantes a los que fuímos son, desde el punto de vista de un suizo, asequibles y con buena comida. El servicio no fue bueno en ninguna parte, salvo en “El Asador de Aranda” donde pagamos porque fuera bueno (nos cargaron 12 euros por el pan O.O). Intentamos llevar a nuestra banda suiza de tapas pero no nos salió todo lo bien que hubiesemos querido. Cierto es que el viernes de cenamos de tapas, pero no eran tascas ni bares, sino restaurante cortados a medida del turista que quiere probar la forma de vida mediterránea ¬¬ Eso sí, la comida estaba muy buena, excepto las tortillas (las mías están más ricas XD).
De compras estuvo bien para los demás, pero no para mí, ¡snif! Yo, que iba toa emocionada a comprarme lo nuevo de Miquelrius con diseño de “Divinas Palabras” y resulta que la nueva colección todavía no había llegado v.v Eso sí, me compré una libreta de Ágata Ruíz de la Prada y una pluma de mi querido Jordi Labanda ^^ También he conseguido ya el regalo para la hermana de Christoph a la que este año me toca regalarle en Navidades (hacemos una especie de amigo invisible). Me gasté algo más del presupuesto inicial (80 CHF), pero es algo monísimo y exclusivo… Christoph, por su parte, se compró unos zapatos, tres camisas y un jersey. ¡Dios, qué problemas tuve para meterlo todo en la maleta! v.v
El domingo llegamos a Basilea a eso de las cinco y media de la tarde. Ya estamos planeando nuestra próxima excursión conjunta para el año que viene. Con un poco de suerte será a Viena, o si no, a Lisboa… ^^
En las próximas semanas podréis encontrar en mi web personal (si no tenéis la dirección, pedídmela) un resumen pormenorizado de mi estancia en Barcelona con fotos y todo 😉
Con esto y un bizcocho… Un besazo a toos
Cris