No tengo ni repajolera idea de qué canción podría ser esta, así que en vez de hablaros de música, os contaré en versión resumida, la aventura de mentirijilla del fin de semana.
Es muy simple… Nos fuimos a hacer un curso de técnica de escalada. La pena es que en un fin de semana yo he escalado cuatro rutas, pero oye, Christoph hizo todas las que quiso y más. Lo mismo que nuestra cuerda, que ya empieza a experimentar un poquito más (con nosotros se aburre la pobrecilla).
El primer día, el sábado, fuimos a Schauenburgflue. Cuando llegué y vi la pared que íbamos a escalar, dije: «No, gracias». Primero quería asegurar un poco, cogerle gusto al asunto, y tal, pero casi tengo un accidente de esta guisa y se me pusieron de corbata. Asegurando a Christoph en un sitio un tantito estrecho, él resbaló y cayó un trozo muy pequeño, pero como pesa más que yo, a mí me impulsó hacia la roca y luego me mandó tambaleándome hacia la izquierda, donde se acababa la roca sobre la que estaba asegurando. Cuando perdí pie, solté la cuerda e intenté recuperarme. ¿Dónde está el fallo? NUNCA deberías soltar la cuerda. El caso es que me acojoné y entre que el arnés me hacía daño y el susto, decidí que no escalaba y punto. Por suerte, el guía/monitor y su LINX no se interpusieron en mi camino. Me pasé el sábado leyendo en mi Kindle y mirando cómo escalaban los demás, que también mola (aunque acabes con tortícolis).
El domingo fuimos a Rüttelhorn, cerca de Solothurn, creo. En el camino hacia allí eché de menos mi cámara de fotos, que me había dejado en casa, y mi iPhone, que estaba en el maletero, porque se veían los Alpes con una claridad alucinante. Una verdadera pasada. La pared a la que fuimos a escalar desde abajo tenía una pinta impresionante. El camino para llegar hasta allí era un poquito más mierda. Entre que era empinado y que el terreno resbalaba, vamos, muy lindo ¬¬ La primera ruta no conseguí subirla, estaba a la sombra, yo tenía frío y las manos y los dedos como cubitos que no eran capaces de palpar como dios manda, así que pedí que me bajaran y me fui a tomar el sol, hasta quq Christoph y su compañero bajaron y nos fuimos a escalar algo sencillito. Al final, nos pasamos todo el día en la misma esquina. De hecho, a determinada hora de la tarde la acaparamos entre todos nosotros. Ahí me estrené esta temporada en lead climbing (Vorstieg, ¿cómo ostia se llama esto en castellano?) con un 4a/b… ¡Y qué mal lo pasé, señor! ¡Qué estrés!
En Rüttelhorn me acordé un montón de las maris, anti-arañas, no tanto porque hubiera muchas amigas de ocho patas, sino por la cantidad de hormigas, que había allí, y el tamaño que tenían. Joer, parecían radiactivas por lo menos 😛
En fin, ese fue mi fin de semana, por eso, no hubo entradas musicales, aunque lo dicho, no sé qué canción otros esperarían que no me gustase… No tengo ni idea.
Os voy dejando que me tengo que ir a comprar, o al menos, probar un nuevo arnés para escalar…
Con esto y un bizcocho… Besos
Cris