Buuaaaa, últimamente nada funciona bien en este blog… Bueno… tampoco nos pasemos xDD Lo que no funciona son las dichosas etiquetas. Hoy he descubierto porqué: no acepta los espacios, aunque no tiene mucha lógica, porque antes los aceptaba… >.< El caso es que o es el blogger o es mi servidor que está flipao, pero he decidido quitar las etiquetas durante un tiempo. Ya volveré a ponerlas: buscaré, de paso, mejores nombres xD
El otro día se me rompió la guitarra T___T En realidad, sólo se me ha roto la clavija de la quinta cuerda, pero vamos, sin clavija no hay manera de afinar la cuerda :P He ido a preguntar por el coste de la reparación y no fueron nada concluyentes, así que esta semana le quitaré la clavija a la guitarra, la llevaré de muestra a comprarme una nueva y, si por esas no funcioan, me compro un ukelele.
Sí, sí, un ukelele, esa guitarrita pequeñita, pariente del cuatro, que solía tocarnos a veces nuestro profesor de la rondalla (y que también tocaba uno de los chicos de la rondalla a la que más tarde me incorporé). ¡Ah! ¿Que no os había dicho que “sé” tocar la guitarra? ¡Vaya! ¡Qué despiste! Pues sí, fue allá en mis años de colegio, cuando entre mi madre y su amiga montaron la rondalla del colegio público de La Corredoria. Yo no quería participar, a mí me molaba más ballet, pero nada… mi madre se empeñó y no es fácil llevarle la contraria a tu madre cuando sólo tienes 7 años. Cuando ya estaba en la rondalla, yo quise tocar la bandurria, pero como habia pocos laúdes, mi madre sacrificó a su propia hija y la obligó a tocar ese instrumento que, además de feo (estoy hablando del laúd moderno, ¡ojo!), suena extremaaaaaaaaaaaaaaadamenteeee triste. Años más tarde, decidí cambiar a la guitarra, pero, seamos sinceros, nunca aprendí a tocarla bien del todo… Así es la triste historia de mi vida como guitarrista… ¡Snif, snif!
A otra cosa, mariposa: ayer me pasé parte de la tarde haciendo de niñera… Sí, sí, lo que oís… ¡Cristina, de niñera! Y os preguntaréis: ¿Y sobrevivió el niño? Pues, lo mejor sería preguntar si sobreviví yo, porque tanto correr pa un lado y pa otro, casi acaba conmigo. Hice más deporte esa tarde que en todo un mes yendo a correr dos veces por semana… La gracia de todo esto es que lo pasé bien o.O aunque Janis —uy, vaya, se me olvidó decir que hice de niñera de mi sobrino, mientras Christoph se dedicaba a hacer de asesor fiscal de su hermana, o sea, que le hacía la declaración de la renta— y yo no acabamos de entendernos del todo ¬¬ Lo que más me gustó fue jugar con el perro, Jaro, que es monísimo de la muerte y me daba la patita cuando se la pedía *¬* Raphael se pasó casi toda la tarde con sus abuelos en el piso de arriba o llorando en el piso de abajo ¬¬ Pero el baby está muy guapo y se parece un mogollón a su hermano (pero con el pelo algo más oscuro).
Hoy he conseguido recuperar mi bici porque ayer Christoph se ganó una “nueva” con un color fucsia horroroso que no creo que le vaya a robar nadie en su sano juicio xDD
Y na, de momento no tengo nada más interesante que contar, si es que esto se puede considerar interesante. Han vuelto las nubes, la lluvia y el frío primaveral a Basel y “En Basel” ha vuelto al foro de LGG… En menudo berenjenal me he metido, ahora tengo que seguir escribiendo por narices xDDD
Esto ha sido todo por hoy… Volveré a contaros qué tal me va con el ukelele…
Con esto y un bizcocho… Besos
Cris
PS: Blogger me acusa de spamer y tengo que hacer un “Word Verification” para poder publicar O_________O