Bueno, chicos, pensé que esto probablemente no me pasaría, pero hasta aquí hemos llegado y la pecera ha llegado a su fin. Y con la pecera se va también el canal de YouTube, que es lo que mantenía al blog últimamente.
Han sido nueve años de recomendar libros y películas, de trivialidades y caxigalinas, de crónicas de viajes y, en general, nueve años de mi vida. Me voy con un regusto amargo porque en el fondo no me quiero ir, porque la pecera es mi sitio en la web y uno que me costó hacerme, y aunque sea pequeñito, es mío. Pero la vida me ha estado persiguiendo y, aunque yo era más rápida, ha acabado dándome caza y tengo que ceder y dejar algo de lado para poder hacer sitio a otro algo. Primero fue El Templo y ahora es la pecera.
Así que cambiamos pecera por masternidad y en 2017 igual podemos volver a vernos las caras, si los intereses siguen siendo los mismos.
Mientras tanto, leb wohl, my friends!
Con esto y un bizcocho… Besos
Cris