Munggen

Creo que ya es hora de que vuelva a dar señales de vida… Y hoy que tengo un poquito más de tiempo, voy a ponerme a ello.

A ver por dónde empiezo. Este fin de semana fue la fiesta de verano de Avaloq. Nada del otro mundo… Hacía un calor endemoniado, que me pregunto donde estaba cuando yo me fui de vacaciones ¬¬ y casi todo el programa que tenían preparado era para niños, así que a los mayores sólo nos quedaban dos opciones: comer y hablar xD Por la noche Vane y Stefan, también conocidos como los Valov@s, se vinieron a Olten y nos fuimos a cenar en el Sälischlössli, desde el que se tiene unas vistas muy chulas (aunque como nos quisimos sentar a la sombra, teníamos vistas de primera clase de la central nuclear :P). El domingo lo pasamos de vagos en casa, leyendo para El Templo y languideciendo en el salón donde se estaba fresquito, que afuera teníamos unos 33°C.

El fin de semana anterior a este, o sea, el del 13-14 de agosto, nos fuimos a la montaña con Silvie, Sebastian, los niños y otros seis amigos de ellos. Subimos a la Etzlihütte que está cerca del Maderanertal a 2033 metros sobre el nivel del mar.

La idea inicial era subir desde Bristen, 1200 metros de desnivel, pero como Chris y yo eramos los únicos y en el taxi alpino, aka Land Rover, había sitio, nos fuimos todos hasta Etzlialp y acortamos unos buenos 500 metros de subida. A las 11 y algo emprendimos la marcha, y ¡sorpresa! Cristina quedó la última. Hacía mucho calor, el sol cascaba en la espalda y yo me fui (casi) deshidratando de la que subía, así que tuve que frenar un montón en comparación con cómo subía el resto (incluído Tom, ¡dios santo, vencida por un crío de 4 años!). Llegamos a la Hütte super temprano, como que no había practicamente nadie todavía allí. Unos se fueron en busca de lagos de montaña donde bañarse (una pena que no llevé bañador, me hubiera molado probar :D), otros nos quedamos comiéndonos un trozo de tarta, otros se fueron a esconder un cache. Dimos luego junto con Silvie, Sebastian, Frank y los niños, un paseo en dirección a los lagos, pero sólo alcanzamos a ver uno (que tenía más de charco que de lago).

De vuelta en la Hütte Christoph estuvo jugando a Jassen mientras yo aprovechaba de los últimos rayos de sol del día. Luego nos fuimos a cenar y cuando acabamos los que jugaban a Jassen continuaron la partida. Como Christoph no tenía ganas de jugar, me incorporé yo a la partida… que acabamos ganando Stephan y yo xDDD A las 22h nos fuimos a la cama, que era Abendruhe. El único inconveniente es que dormir en una habitación con 24 personas es que siempre hay alguien que ronca o hace ruidos o lo que sea, además de que el espacio es bastante justito y apenas hay sitio para moverte con normalidad en la cama. El resultado final es que dormí un total de 4 horas (dos de ellas, entre las 10 y las 12 ¬¬).

Al día siguiente me levanté con un dolor de cabeza de esos que hacen historia. Me tomé un nolotil, pero la cosa no parecía querer mejorar. Me planteé volver por el mismo camino con Silvie y los niños (que no me hubiese servido de nada porque hicieron la misma ruta que nosotros). Al final, Christoph me convenció para hacer la ruta planeada (Chrüzlipass – Sedrun) saliendo antes que el resto. Así que como poco antes de las 8 ya estabamos preparados, emprendimos camino hacia el paso de montaña. Abajo el tablero decía que hasta Sedrun eran 3 horas y media, pero eso debía de ser corriendo, porque Christoph y yo echamos sus buenas cuatro horas, con sólo dos pausas de menos de 10 minutos. El caso es que llegamos a coger el tren de las 12h que era el plan, pero en el camino me retorcí el pie derecho y aún me duele cuando lo pongo en posiciones poco convencionales (lease sentarse a lo indio, ¡mal pensados!). Lo que peor llevo actualmente despues de una semana del Wanderung son las rodillas. Esas sí que duelen y no tengo ni idea de porqué T_____T

Bueno, esas son todas las aventuras que han ocupado mis fines de semana hasta la fecha. El próximo fin de semana me quieren llevar de nuevo a la montaña, pero como me sigan doliendo las rodillas, puedes ir ellos solitos, que yo me quedo en casita echándome voltaren o lo que pille (y leyendo libros xD). Ya os contaré lo que se decide al final…

Y ahora si no os importa, me piro pa Olten, que hace muuuuuuuucho calor en Suiza y quiero ir a remojarme en la piscina antes de irme pa casa.

Con esto y un bizcocho… Besos
Cris

PS: Munggen es la palabra suiza (bueno, en realidad de la zona donde fuimos, o sea, Suiza central) para marmota. No vimos marmotas en el paseo montañero, pero las oímos.

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