El sábado hizo tan buuuueeenn tiempo con temperaturas que rondaban los 35°, que decidí que el domingo yo tenía que salir de casa. Eso no significa que el sábado no saliera. No, no, el sábado nos fuimos a desayunar al Café Ring y a buscar mis papeles para votar a Correos, que como me los mandaron certificados tenía que pasarme antes de las 11h a buscarlos. Luego me pasé por la biblioteca de Olten para hacer uso de mi carné que pa eso lo tengo y aparte de un par de libros de senderismo, me cogí La librería de Penélope Fitzgerald que la señorita estoydeerasmusenbirmingham, también conocida como @nerea_marco, acaba de recomendar en su blog y en su twitter. También me dio tiempo a comprarme unas sandalias y hasta me fui a Basel a mirar en Transa si la gran pérdida del jueves podía ser reparada.
La gran pérdida del jueves es mi chaqueta turquesa de Häglofs (ver foto para más señas). De la caída se ha hecho un agujero, por el que entra un dedo, a la altura del hombro derecho y ese modelo de chaqueta ya no lo hacen y mucho menos de ese color. Tendré que esperar al próximo invierno para ver con qué me sorprende la marca, mientras tanto lloraré su pérdida y le mandaré la chaqueta a mi madre a ver qué puede hacer ella con el agujero T_______T
Haciendo uso de los libros de senderismo que me pillé en la biblioteca, concretamente uno titulado Jurawandern, Christoph y yo encontramos una rutita para el domingo y decidimos combinarla con una visita al Seilpark (¿parque de aventura?) de Balmberg para el que yo tenía un vale-regalo desde hace milenios (más bien, desde mi 30° cumpleaños :P).
El domingo a las 9 nos cogimos el tren a Solothurn y de allí el bus a Günsberg. Luego la cosa fue andar cuesta arriba hasta el Hofbergli, un restaurante-granja de montaña, donde comimos y pasamos un rato hasta que a la 12 y media nos pusimos en marcha hacia Balmberg. No sé si alguna vez habéis estado en un parque de estos, pero no todo son tirolinas, que no me gustan mucho todo sea dicho de paso. La mayor parte de las “atracciones” son caminos de árbol a árbol con caminos de cuerdas y troncos a cual más particular. En fin… echadle un vistazo a la web de Balmberg y quizá así entendáis las agujetas que me gasto yo hoy y los moratones que adornan mis brazos, que nada tienen que ver con el accidente del jueves.
Y eso fue mi fin de semana. El que viene tenemos el Krummenacher-Treff, algo así como la quedada oficial de los Krummenacher, que es la parte de la familia de Margrit y p’allá vamos todos los que tenemos que ver con ellos también… Ya os contaré… Prometo intentar acordarme de la cámara de fotos 😛
Con esto y un bizcocho… Besos
Cris