Corazón Salvaje

*papalbina en modo Kitsch ON*

En la fiesta-sorpresa para los Hubis, Heidi, la mexicana, me contó que tenía toda la telenovela Corazón Salvaje en DVD y en mis ojos aparecieron estrellitas de felicidad… *____* Evidentemente no son «oficiales» porque Televisa nunca la sacó en DVD, ni en VHS, ni en nada. Sólo se puede conseguir un DVD con las mejores escenas que dura dos horas y media y donde se comen todas las subtramas de los personajes secundarios: una pena, vamos.

En fin, Corazón Salvaje es para mí, que me he tragado muchas, muchas telenovelas en mi vida, la mejor de todas y la guardaba con un cariño especial en mi corazoncito. Cuando Heidi me trajo los DVD a la quedada de las niñas de los viernes, me dio un poco de miedo ponerme a verla, porque ¿y si me pasaba como con el libro de Cheyennes 6112 (ver nuevo número de El Templo para más información), que había leído por aquella época y me había encantado, y ahora me decepcionó estrepitosamente? ¿Y si no era tan buena como la recordaba?

Para los más jóvenes, entre los que cuento a mi hermana, que en el 94, en vez de sentarse con la abuela después del Telediario a ver la telenovela de la primera, se interesaban más por las peleas de Dragon Ball, os cuento: Corazón Salvaje es la tercera adaptación de la novela homónima de Caridad Bravo Adams, una escritora mexicana de novela romántica que fue muy prolífica y cuyos libros se han convertido varias veces en telenovelas. Está protagonizada por los inolvidables Edith González y Eduardo Palomo (R.I.P. T__T). Es la mejor adaptación de la historia de Mónica y Juan del Diablo que han hecho hasta ahora, y ya van seis (aunque no sé si contar la del 2009, porque es una mezcla de dos telenovelas). Además, es una de las telenovelas más cortas que conozco: sólo tiene 80 episodios, lo cual no quita para que la historia, a pesar de tópica, enganche de lo lindo y te mueras de amor como la pareja protagonista, llores con ellos, te enfades con las injustisias que sufren, te alegres de sus triunfos o te quedes sin uñas esperando al próximo episodio para saber qué le ha pasado a Juan o a Mónica.

La historia es típica de novela romántica de época, con un amor profundo que puede con todo y con todos, y muchas conspiraciones urdidas para separar a los enamorados… Tiene su puntillo machista, pero teniendo en cuenta que se desarrolla a principios del siglo XX, se entiende el porqué. En general, suena muy a Lo que el viento se llevó. Lo más importante de la serie son los personajes, no la historia. Desde la pareja protagonista, Mónica y Juan, a los villanos, Aimeé y Andrés, pasando por los secundarios, a cual más fascinante: el licenciado Mancera, eterno aliado de Juan y el mejor consejero que uno pudiera desear; Sofía, la madre de Andrés y sus maquinaciones para evitar a toda costa que se sepa la verdad; Azucena y el resto de los hombres de Juan; el nuevo juez, Marcelo Romero Vargas y su sobrina y cuñada… Pero dejadme contaroslo (casi) todo 😛

[spoiler title=’Todo empieza…’]
Todo empieza cuando Francisco de Alcázar se entera de que tiene un hijo ilegítimo, conocido como Juan del Diablo. Con la disculpa de un compañero de juegos para su hijo, Andrés, se lo lleva a su hacienda en Campo Real y al final decide que quiere reconocerlo como hijo suyo, pero un accidente trunca sus planes y su viuda, Sofía, se encarga de esconder la única prueba de que Juan sea un Alcázar (topicazo total: ¿para qué ostias la guardas, so tonta?) y echa a Juan de su casa –o lo corre como dirían en la telenovela–. Juan crece bajo el cuidado y la protección de Noel Mancera, antiguo administrador de Francisco de Alcázar, y 15 años más tarde tiene su propio barco y se dedica al contrabando. Conoce a Aimeé, «se hacen amantes» y se enamora de ella, hasta el punto de embarcarse en un largo y peligroso viaje del que volverá rico para poder casarse con ella. Pero ella también ha conocido a Andrés de Alcázar, su medio hermano, y éste le propone matrimonio, y ella decide no esperar a Juan y casarse con el Alcázar, que después de todo es mejor partido. Su hermana, Mónica, antigua prometida de Andrés, sabe el lío que tuvo con Juan y cuando éste aparece en la hacienda de Andrés, para reclamarle, consigue convencerlo y con la disculpa de controlarlo para que no busque a su hermana y se produzca una catástrofe, empieza a conocerlo y se acaba enamorando de él. Y lo mismo le pasa a él. Se casan, dejando a los otros dos tortolitos en la hacienda, pero Aimeé no descansará hasta que Juan no vuelva con ella… y lo mismo le pasa a Andrés, que no cejará en separarlos cuando descubra el lío que hubo entre Juan y su esposa. Y ya la tenemos liada… Justo cuando Juan se va de viaje, Andrés descubre la verdad y cuando el primero regresa, la madre del segundo con su fiel secuaz Alberto le tienden una trampa y lo meten en la carcel… Estamos en el episodio 27, y Juan y Mónica no volverán a descansar tranquilos hasta el último capítulo cuando todo queda aclarado del todo. [/spoiler]

Después de haber visto de nuevo los 80 episodios, puedo decir con seguridad que Corazón Salvaje es realmente la mejor telenovela que he visto en mi vida. Ya no por lo cuidado de la producción y la esmerada recreación de la época, las localizaciones, los vestidos, sino porque los actores y sus interpretaciones son memorables, hay química entre ellos, tanto los buenos, como los malos. Te los crees de tal manera, que es difícil imaginártelos en la vida real o haciendo otros papeles (véase el problema que tuve yo con Ana “Aimeé” Colchero y su papel de protagonista en Alondra). Especialmente Eduardo Palomo, como Juan del Diablo, es espectacular, icónico. Encarnó a la perfección el héroe de vida desdichada pero con un alma noble y un corazón justo (parezco Mónica hablando xD). Tanto él como Edith González dieron tanta vida a sus personajes, que luego no fueron capaces de quitárselos de encima.

Un par de curiosidades sobre la telenovela:
– El libreto fue escrito por María Zarattini, responsable en su día de Los ricos también lloran. Zarattini, con la base original de Caridad Bravo Adams, hizo algunos cambios que, al menos, yo le agradezco. Por ejemplo, la acción se desarrolla en un pueblecito costero (inventado?) cerca de Veracruz, San Pedro, en la época porfiriana a principios del siglo XX, en vez de en Martinica en 1903. La protagonista ya no se llama Mónica de Molnar, sino Mónica de Altamira, y el verdadero apellido de Juan no es D’Autremont, sino de Alcázar y Valle. Pero, sobre todo, el cambio más importante es que en el original Juan y Mónica se confiesan el amor que sienten y se dan el primer beso en el penúltimo capítulo del tercer libro, o sea en Juan del Diablo (son tres: Corazón Salvaje, Mónica y Juan del Diablo), cuando todo eso pasa en la telenovela en el episodio 20 (el beso) y el 25 (confesiones y demás). Si hubiese faltado ese condimento, ese amor por encima de todo que se profesaban Mónica y Juan, esta telenovela no habría tenido el éxito que tuvo, ¡ni en broma!. Por eso, ¡muchas gracias María Zarattini por tan inteligentes decisiones en cuanto al libreto!
Enrique Lizalde, que encarna en esta versión al licenciado Noel Mancera («Ponga un lincenciado Mancera en su vida»), mentor y protector de Juan del Diablo, interpretó a Juan del Diablo en la primera versión mexicana telenovelesca de Corazón Salvaje en 1966, donde Mónica aún era de Molnar y no Altamira xDD
– El papel de Azucena está interpretado por Yolanda Ventura, barcelonesa ella, y conocida por haber formado parte del grupo infantil Parchís (-chís-chís). Ella era la ficha amarilla 😛
– La telenovela ganó en 1994 todos los premios ganables en los Premios TVyNovelas en México: Mejor telenovela del año, Mejor actriz en papel protagónico (Edith González), Mejor actor en papel protagónico (Eduardo Palomo), Mejor revelación femenina (Ana Colchero), Mejor revelación masculina (Ariel López Padilla), Mejor primera actriz (Claudia Islas como Sofía), Mejor primer actor (Eduardo Lizalde como Noel Mancera) y Mejor tema musical (Corazón Salvaje de Manuel Mijares, que le queda como anillo al dedo a la producción y que me persigue desde hace días y se ha convertido en mi nuevo Ohrwurm cursi).
– En 80 episodios a Edith González no se le deshizo el peinado ni una sola vez, ni siquiera después del terremoto o cuando se tira al mar para «salvar» a Juan. De esto último sale despeinada y sin rizos, pero el recogido ahí sigue. Me pregunto si tendría algo que ver con extensiones o algo así, porque si bien a Ana Colchero la ves varias veces recién levantada sin rizos y con el pelo suelto, a Edith González nunca xDD
– En 2009 los de Televisa tuvieron la más dudosa que brillante idea de hacer un remake mezclándolo con Yo compro esa mujer, que a su vez es un retelling mexicano de El Conde de Montecristo. No sé en qué estarían pensando, pero sinceramente poner a esto como a Juan del Diablo es faltar a la memoria de Eduardo Palomo y su brillante interpretación, ¡¡por favor!!

Y ahora, os dejo, que ya he dado bastante la vara, me voy a seguir trabajando, mientra tengo a Mijares cantándome Corazón Salvaje al oído. Lo dicho, tengo el modo Kitch puesto y me va a costar bastante quitármelo.

Con esto y un bizcocho… Besos
Cris

PS: Si a alguien le interesa, tengo los DVD y estoy rippeándolos para separarlos por episodios y convertirlos pal iPhone… Voy por el capítulo 7… ¡Anda que no me queda nada! v.v Si alguien los quiere, igual pal 2016 consigo hacer las copias 😛

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